Un Kalorama sin calor y el desastre de Raye

La lluvia ha refrescado Madrid estos días, y aunque a nosotros a veces nos viene una pausa en el calor veraniego, al festival no le ha causado más que mala imagen. Una actitud pasota y poco profesional por parte del equipo de sonido y producción, mezclado con la lluvia torrencial del viernes 30 y sábado 31, fueron los ingredientes del desastroso festival en el que varios artistas se quedaron sin poder salir, y el público salió para no quedarse empapándose bajo la lluvia y el granizo.
Fue especialmente triste el vacile de los empleados de seguridad, cámaras, equipo técnico y el mismo equipo de la artista británica Raye, que se no confirmaron la cancelación de su concierto hasta una hora tras el supuesto inicio. La gente estaba a la intemperie mientras varios trabajadores se burlaban y les deseaban "que se cancelase el concierto de una puta vez".
No aprendieron de su error ni se prepararon por si volvía a pasar (spoiler; pasó). No cabe destacar nada del festival; fue meramente un festival. Si pretender llenar el pabellón el año que viene y asentarse como uno de los grandes festivales de España tienen que empezar a respetar a sus audiencias.